Braskem anuncia la inauguración de su primer laboratorio de solventes, que funcionará en la planta de la empresa en el Polo Petroquímico del ABC a partir de noviembre. El objetivo es mejorar la entrega de soluciones desarrolladas de acuerdo con la necesidad de cada cliente, reforzando innovaciones y actuando con un equipo especializado.

Para eso, Braskem invierte en la adquisición de nuevos equipos, contrataciones y capacitaciones de los colaboradores desde el comienzo del año. Una de las novedades del nuevo laboratorio es un software que simula la solubilidad de un solvente antes de la aplicación final, optimizando tiempo y gastos innecesarios, agilizando el desarrollo de nuevas fórmulas.

Con amplia experiencia en el mercado, el consultor técnico Carlos Tomassini, también integra el equipo y explica que el laboratorio de solventes de Braskem es uno de los pocos de América Latina que está apto para hacer la determinación de los parámetros de solubilidad de una sustancia, que pueden ser resinas, polímeros, principios activos agroquímicos, o cualquier otro producto que necesite ser solubilizado por solventes. «De esta forma, conseguimos acercarles un trabajo completo a los clientes, no solo en los estudios de solubilización, sino también de desempeño en la aplicación», afirma.

«Los últimos lanzamientos demuestran nuestro crecimiento en este mercado. Ahora, con la inauguración del laboratorio exclusivo para el tema, pudimos desarrollar soluciones específicas de solventes de acuerdo con las necesidades de nuestros actuales y futuros clientes, sea para la utilización en pinturas y adhesivos en este primer momento, como en otros sectores, como agro, en un futuro próximo», explica Cláudia Madrid, responsable comercial por el Negocio de Solventes de Braskem.

Un ejemplo de productos ya desarrollados es el solvente oxigenado de la familia de los éteres, compuesto orgánico producido por Braskem en el Polo Petroquímico de Camaçari, en Bahía, a partir de corriente petroquímica y de etanol. Su materia prima está compuesta 33 % por carbono de origen renovable, ya que el 47 % de su composición proviene del etanol, hecho a partir de la caña de azúcar. «Fue por medio de investigaciones internas que descubrimos cómo crear este solvente parcialmente de fuente renovable. Por otra parte, nuestro producto tiene más opciones para los clientes, ya que sus características, sumadas a la tecnología del laboratorio, le permiten entregar algo diferenciado e innovador», afirma Cláudia.

La empresa ha invertido fuertemente en el negocio de solventes desde 2013 y lanzó el año pasado tres marcas para el segmento, siendo estas Braskem Ezolem^TM, Braskem Pluract^TM y Braskem Sensitis^TM, que representan más opciones para las industrias químicas productoras de pinturas y thinners, adhesivos, y para el agronegocio. Son soluciones de alto desempeño y confiabilidad y que hacen posibles distintas aplicaciones tales como lubricantes , fluidos de corte, removedores y resinas de fundición. La familia EzolemT incluye otras dos submarcas, Ezolem^TM Dehyd, específica para el proceso de deshidratación de alcohol, y EzolemT Extract, ideal para el proceso de extracción de aceites vegetales. Con estos lanzamientos, el año pasado, la empresa fue reconocida como el mejor proveedor de disolventes hidrocarburos, junto con BR Distribuidora, por la Revista Paint&Pintura en su 22ª edición del premio.