Fernando Musa*

Braskem es una empresa joven que cumple 15 años en este mes de agosto. Al hacer una reflexión de esta corta historia para una sociedad empresarial, tenemos la convicción de que el balance entre los desafíos impuestos y las conquistas alcanzadas fue altamente positivo. Nacida de la integración de activos petroquímicos brasileños, dimos importantes pasos en la internacionalización y estamos convirtiéndonos cada vez más en una empresa global - sin perder nuestro corazón brasileño. 
 
Mirando hacia atrás, tenemos muchos motivos para celebrar. Uno de los ejemplos fue el lanzamiento del Plástico Verde, el polietileno derivado de etanol, que al potenciar las ventajas competitivas que Brasil ofrece en la producción de biomasa, mostró nuestra audacia en romper determinados paradigmas de nuestra industria. Con esa iniciativa, Brasil se convirtió en el mayor productor global de biopolímeros, a partir de una fuente renovable, un material reciclable y con impacto positivo en la «huella de carbono». 

Este tipo de conquista siempre fue compartido con nuestros clientes y accionistas, nuestros equipos internos y aliados, la sociedad en general o las comunidades donde estamos presentes, sean en Brasil, Estados Unidos, Alemania o México. Y nuestras soluciones han servido de motivación e inspiración para los nuevos ciclos de desarrollo que planeamos para seguir fieles al compromiso de crear valor para todos los públicos con los cuales nos relacionamos. 

Sabemos que nuestro camino no transcurrió, sin embargo, sin sobresaltos. Desvíos recientes rozaron nuestra reputación, pero aprendimos las lecciones y reforzamos toda nuestra estructura de conformidad, incluso en el ámbito del Consejo de Administración, y con la adopción de estrictas políticas de compliance. 

Nuestra mejora en gobierno corporativo está, igualmente, ofreciendo mejor apoyo para una empresa que está siempre en estado constante de evolución. Con una estructura cada vez más global, esta evolución se refleja en áreas estratégicas de la empresa, como las de innovación y de tecnología.

Frente a los numerosos desafíos, tenemos múltiples ejemplos de nuestra capacidad de superación, fuerza y resiliencia en momentos difíciles, sustentados en una visión clara de futuro y siempre orientada a las personas. Es así como se mueven nuestros 8 mil integrantes de 27 nacionalidades que componen los equipos de Braskem, a los cuales agradezco por la dedicación y contribución. Todos empeñados y motivados a encontrar las soluciones sostenibles de la química y del plástico, a fin de mejorar el bienestar y la calidad de vida de las personas para muchas de las próximas generaciones. 

*Fernando Musa es CEO de Braskem.