Braskem registró en 2020 un resultado operativo recurrente de R$ 11 mil millones, el 86% superior al de 2019, debido principalmente a los mejores spreads de resinas en el mercado internacional como resultado de la alta demanda global y del aumento del volumen de ventas de resinas en Brasil, en línea con la estrategia y el objetivo de siempre priorizar la atención al mercado brasileño. Los ingresos por ventas llegaron a R$ 58 mil millones, en un crecimiento del 12% con relación al año anterior. En este escenario, el apalancamiento corporativo presentó una reducción importante y terminó el año en 2,94x.

"Nuestro principal foco sigue siendo mantener un alto estándar de seguridad y con atención constante a la salud de las personas para atender a los clientes. Estamos trabajando para superar el momento tan difícil que el mundo atraviesa con la pandemia de COVID-19 y seguimos firmes en el propósito de solucionar los desafíos que Braskem enfrenta, como el desapalancamiento de la Compañía, para volver a ser una empresa con grado de inversión", dijo Roberto Simões, presidente de Braskem.

En diciembre, Braskem concluyó un importante avance con relación al evento geológico de Alagoas y sus potenciales impactos con la celebración de los acuerdos para compensación de los moradores y para reparación socio-ambiental. Después de la homologación de los acuerdos con las autoridades competentes, las acciones civiles públicas contra Braskem relacionadas con la compensación de los moradores y la reparación socio-ambiental en el contexto del evento geológico en Alagoas fueron extinguidas.

La Compañía registró una pérdida neta de R$ 6,6 mil millones en el año debido principalmente a las provisiones referentes al evento geológico de Alagoas, por el monto de R$ 6,9 mil millones, y del impacto de la variación cambiaria en el resultado financiero dada la depreciación del real frente al dólar sobre la exposición neta de US$ 3,4 mil millones.

En 2020, Braskem anunció la ampliación de sus esfuerzos para convertirse en una empresa carbono neutro antes de 2050 y de reducir el 15% las emisiones de gases de efecto invernadero antes de 2030, además de ampliar su cartera para tener, antes de 2025, 300 mil toneladas de resinas termoplásticas y productos químicos con contenido reciclado; alcanzando 1 millón de toneladas de estos productos antes de 2030. Y trabajar para que en los próximos 10 años se efectúe el descarte adecuado de 1,5 millones de toneladas de residuos plásticos.

En este contexto, en el cuarto trimestre de 2020, las ventas de productos reciclados alcanzaron aproximadamente 6 mil toneladas, un aumento del 310% con relación al trimestre anterior. En el año, la tasa de uso de eteno verde fue del 87%, un aumento de 9 puntos porcentuales con relación a 2019, y las ventas de PE Verde llegaron al nivel de 170 mil toneladas, un aumento del 5% con relación al año anterior, siendo los dos valores récords históricos desde el inicio de la operación de biopolímeros de la Compañía en 2010.

En energía, Braskem reforzó su estrategia de tener una base cada vez más grande de fuentes renovables. El año pasado, anunció contratos a largo plazo importantes para compra de energía renovable, como el firmado con Canadian Solar Inc., una de las mayores empresas del ramo solar del mundo. Este acuerdo posibilita la construcción de una usina en el norte de Minas Gerais con capacidad instalada de 152 MWp, suficiente para abastecer a una ciudad de 430 mil habitantes. En otro acuerdo, con Voltalia, la compra de energía solar por parte de Braskem ayudó a posibilitar la expansión del complejo solar Serra do Mel, en el estado de Rio Grande do Norte, que tendrá capacidad de abastecer a una ciudad de 1 millón de habitantes. En 2021, Braskem firmó un contrato para adquirirle energía eólica a Casa dos Ventos, una de las pioneras y mayores inversionistas en el desarrollo de proyectos del segmento en Brasil. 

Un importante hecho destacado de 2020 fue la renovación de los contratos de suministro de nafta, etano y propano en Brasil con Petrobras por un plazo de aproximadamente 5 años, garantizando así la eficiencia operativa de las unidades en Brasil durante los próximos años.

Otro destacado fue la reanudación de la producción de cloro-soda y dicloroetano de la unidad localizada en el barrio Pontal da Barra en Maceió, que estaba paralizada desde mayo de 2019. Para el regreso de la planta de cloro-soda, Braskem concluyó el proyecto para la producción de salmuera como materia prima a partir de la adquisición de sal importada, lo que le permite volver a producir de forma integrada PVC y soda cáustica.